El Gobierno aplaza nuevamente la reforma fiscal: las complicaciones en la negociación
El Gobierno tuvo que aplazar ayer por segunda vez el debate sobre la reforma fiscal que introducía enmiendas a la ley del impuesto mínimo del 15% sobre las multinacionales. El PSOE no consiguió solventar las discordias en el bloque de investidura, tras pactar con Junts la eliminación del impuesto a las energéticas y con el PNV un tributo a la banca, con una vigencia limitada a tres años. Esto ha resultado en un texto que las fuerzas de izquierda se rehúsan a respaldar, requiriendo que Ferraz lo reconsidere y renegocie en los próximos días. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, intentó hasta el último momento alcanzar un acuerdo mínimo que, hasta ahora, no ha logrado concretar. No obstante, el Ejecutivo ve posibilidades de alcanzarlo en aspectos clave como el impuesto a la banca o el aumento en el gravamen a las rentas de capital. Medidas que servirían como base para avanzar en una reforma más profunda.
Previo a la votación final el próximo lunes, fuentes parlamentarias sugieren que es probable que el Gobierno retire las enmiendas para salvar la ley inicial, la cual cumple con una transposición europea, y busca establecer un impuesto mínimo global para las multinacionales. Esta medida cuenta con el respaldo de la mayoría del Congreso, incluido el PP. La Comisión Europea exige a los países aprobar esta normativa para evitar sanciones.
Si el PSOE no logra convencer a los demás grupos, el paquete fiscal propuesto quedará en desuso, lo que implicaría la eliminación del régimen fiscal especial de las ‘socimis’, el impuesto a los bienes de lujo (coches, yates privados, etc.), la exención a las primas de los seguros privados de salud, y la continuidad de los gravámenes a la banca y a las energéticas, que este año solamente recaudarán 2.859 millones de euros. Además, se contempla un aumento del tipo máximo del IRPF a las rentas de capital del 28% al 29%, la corrección técnica del Impuesto de Sociedades, la modificación de la Directiva del IVA para gravar este impuesto a las plataformas de arrendamientos de vivienda turística, entre otros aspectos.
Con aún mucho por decidir, los plazos no favorecen a Moncloa. El Ejecutivo, que intenta acelerar los plazos de su reforma laboral a través de un proyecto de ley en proceso, se enfrenta a la tarea de recomponer la propuesta en medio de la guerra política con sus socios de investidura, situación que deja poco margen para el acuerdo. Por ahora, el rompecabezas parece insoluble.
El borrador acordado entre el PSOE y Sumar, que ambos consideraban como base de la reforma, desagradó por igual a Junts, PNV y a las fuerzas a la izquierda de Sumar (ERC, Bildu o Podemos). Sin embargo, el descontento fue especialmente evidente en los seguidores de Carles Puigdemont, quienes siguen de cerca la situación parlamentaria del PSOE. Desde un principio, esta formación dejó en claro que la reforma fiscal que se apruebe debe ser la suya o no ser.
Los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos rechazan las medidas que impliquen aumentos de impuestos o pongan en peligro inversiones estratégicas de bancos o energéticas en sus territorios. La amenaza de Repsol de llevarse a Portugal un proyecto de 1.100 millones de euros en Tarragona, así como la presión de BBVA y CaixaBank, fueron determinantes en la caída de estas dos medidas que el Gobierno se había comprometido a impulsar ante Bruselas. En contraparte, los grupos de izquierda insisten en la permanencia de ambos tributos sin posibilidad de negociación.
El complicado camino hacia la aprobación de los Presupuestos
Con este panorama, el Gobierno enfrenta dificultades para sacar adelante un paquete fiscal que al menos tenga alguna posibilidad de éxito en el Congreso de los Diputados. La disputa en torno al bloque de investidura ha revivido la complejidad parlamentaria que ahora Moncloa debe enfrentar para aprobar el proyecto de Presupuestos para 2025. Los grupos consideran complicado llegar a un consenso en torno a las cuentas cuando han sido incapaces de hacerlo respecto a las enmiendas fiscales. Mientras tanto, el tiempo avanza y Hacienda aún no ha presentado el proyecto de ley de Presupuestos.Montero buscará consenso sobre reforma fiscal en tres días
Desafíos presupuestarios en el horizonte
Los presupuestos de 2023 parecen no llegar a tiempo para su aprobación este año, lo que plantea la posibilidad de prorrogar los del 2022. El PSOE aún no ha logrado alcanzar un acuerdo, ni siquiera con su socio de coalición.
Presiones desde la Unión Europea
El gobierno comunitario aguarda el envío del plan presupuestario, que incluye medidas para garantizar ingresos adicionales de 4.500 millones de euros anuales, el 0,3% del PIB. Además, la falta de una reforma fiscal podría afectar la recepción de 7.000 millones de euros en fondos europeos.
Impacto en la Economía
La ausencia de una reforma fiscal no solo complica la senda fiscal, sino que también afecta al crecimiento económico a corto plazo. Aunque se espera una caída en el consumo público en 2025, parte del crecimiento económico está ligado a las inversiones provenientes de la financiación europea.Montero intentará alcanzar un pacto mínimo sobre la reforma fiscal en tres días
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se reunirá con representantes de los grupos parlamentarios para intentar lograr un consenso mínimo sobre la reforma fiscal en un plazo de tres días. El objetivo es avanzar en la actualización del sistema impositivo y establecer una base sólida para futuras negociaciones.
Desafío de consenso
Ante la complejidad del panorama político, Montero se enfrenta al desafío de lograr un acuerdo mínimo que permita avanzar en la reforma fiscal. Las discrepancias entre los diferentes partidos dificultan la búsqueda de consenso, pero la ministra está decidida a alcanzar un pacto que siente las bases para un sistema impositivo más justo y equitativo.
Consultas con expertos
Para respaldar su posición negociadora, Montero ha mantenido consultas con expertos en materia fiscal y económica. Estas reuniones le han proporcionado información valiosa para abordar las negociaciones con los grupos parlamentarios y presentar propuestas sólidas basadas en argumentos técnicos y económicos.
Ajustes necesarios
La reforma fiscal es un tema complejo que requiere ajustes precisos para garantizar su efectividad y equidad. Montero está dispuesta a escuchar las propuestas de todos los actores políticos y a realizar los ajustes necesarios para alcanzar un acuerdo mínimo. El objetivo es modernizar el sistema impositivo y adaptarlo a las nuevas realidades económicas y sociales del país.
En resumen, la ministra de Hacienda se enfrenta al reto de lograr un acuerdo mínimo sobre la reforma fiscal en un plazo de tres días. Con el respaldo de consultas con expertos y la voluntad de realizar ajustes necesarios, Montero busca sentar las bases para un sistema impositivo más justo y equitativo.