La potencial fusión de BBVA y Sabadell crearía el segundo banco más grande de España, con más de 656,000 millones de euros en activos, aumentando la concentración en el sector financiero. Si se concreta la operación, el nuevo gigante, junto con CaixaBank y Santander, controlarían casi el 74% del crédito otorgado a clientes en España, el 64.99% de los activos del sector financiero y el 35% de las sucursales bancarias. En Cataluña y Valencia, estos tres bancos abarcarían más del 80% de las oficinas bancarias, un tercio de las cuales serían propiedad del grupo resultante de la fusión.
La concentración en el sector financiero ha suscitado preocupaciones entre las autoridades y el Gobierno español. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, abogó por analizar el nivel adecuado de concentración en el país, sin entrar en detalles sobre la posible fusión entre las entidades financieras. La presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, advirtió que la fusión requeriría compromisos por parte de los bancos, lo que ya ha ocurrido en fusiones anteriores. Esta consolidación es uno de los principales riesgos identificados por el Gobierno, que considera que podría tener efectos negativos en el empleo y en los servicios prestados.
Impacto del Mercado
BBVA argumenta que la concentración y la competencia no son mutuamente excluyentes, siempre y cuando exista rivalidad comercial. Su presidente, Carlos Torres, afirmó que el nuevo grupo resultante de la fusión tendría una cuota de mercado del 20%, por debajo de la de CaixaBank. Antes de lanzar la oferta, el banco vasco ha evaluado cómo la CNMC analizaría la integración y qué exigencias podría imponer, concluyendo que el nuevo grupo mantendría cuotas moderadas, inferiores a las de CaixaBank en varios aspectos a nivel nacional.
La concentración actual en el sector bancario español es resultado de procesos de consolidación intensos tras la crisis financiera y especialmente durante la pandemia de COVID-19. El índice Herfindahl-Hirschman, utilizado para medir la competencia en el sector, ha aumentado considerablemente en los últimos años, reflejando una mayor acumulación de cuotas de mercado entre un número reducido de proveedores.
Desde 2007 hasta la actualidad, el porcentaje de activos controlado por los cinco mayores bancos ha aumentado significativamente, demostrando una mayor concentración en el sector financiero español. Esta tendencia ha llevado a un intenso debate sobre el equilibrio entre la competencia y la consolidación en el mercado bancario del país.La concentración bancaria amenaza con alcanzar el 70%, según el BCE. Si BBVA adquiere Sabadell, llegaría al 74% en el top cinco, con los tres principales grupos bancarios aglutinando el 69% del mercado.
Situación preocupante en comparación con otros países
El índice Herfindahl-Hirschman aumentaría 226 puntos, llegando a 1.553, muy por encima de mercados como Alemania (326 puntos en 2022, con el 35% de los activos entre las cinco principales entidades), Francia (606 puntos y un 46,44%), Italia (760 puntos) y Portugal (1.204 puntos). Aunque en Portugal el 72,2% de los negocios está en manos de los cinco principales bancos.
Este indicador (HHI) es clave para verificar el grado de concentración en los distintos sectores y detectar posibles problemas de competencia. Se considera que por debajo de 1.500 el mercado es competitivo, y a partir de 2.000-2.500 se encienden las alarmas. Otros expertos sitúan el umbral crítico más cerca de 1.200.
Consecuencias de la falta de competencia
La fusión entre BBVA y Sabadell se produce en un contexto de alta concentración, con críticas al posible impacto negativo en la competencia y calidad de servicios para los consumidores. La falta de competencia ya ha sido señalada como la causa de la falta de retribución en los depósitos bancarios.
Las empresas catalanas, a través de Foment, expresan su preocupación por posibles restricciones en el crédito, especialmente para las pymes, a pesar del compromiso de BBVA de reforzar su actividad en la región. La Generalitat de Cataluña teme que la fusión encarezca el crédito y afecte a la remuneración de los depósitos.
Para evitar problemas de competencia, la CNMC ha impuesto restricciones en fusiones anteriores, exigiendo garantías de servicios y permanencia en territorios donde la integración podría afectar negativamente a la exclusión financiera.
La superposición de oficinas entre Sabadell y BBVA (42% de las oficinas de Sabadell están a menos de 200 metros de una sucursal de BBVA) plantea un desafío en términos de redundancia y posibles cierres, con implicaciones para el empleo. Las ciudades con mayor solapamiento son Barcelona, Madrid y Alicante.
El Gobierno se muestra contrario a la fusión, alegando motivos de inclusión financiera y preservación de la competencia. A pesar de que el Ejecutivo no puede impedir la operación, puede vetar la fusión, disminuyendo el interés de la transacción.
Grandes ganancias potenciales se argumentan para la fusión, incluyendo sinergias de 850 millones de euros, un aumento del beneficio por acción del 3,5% y la eliminación de redundancias como la consolidación de plataformas informáticas. La combinación de negocios complementarios entre Sabadell y BBVA promete una operación estratégica.La unión de BBVA y Sabadell: riesgos sistémicos y consolidación del mercado financiero.
Impacto en el sistema financiero
La fusión propuesta entre BBVA y Sabadell podría llevar a que el nuevo banco resultante sea considerado como una entidad de importancia sistémica global (G-SIB). Esta clasificación implica la necesidad de cumplir con mayores requisitos de capital para mitigar los posibles riesgos sistémicos debido a su tamaño, ya que un posible colapso afectaría significativamente al sistema financiero en su totalidad.
El hecho de que una entidad sea grande dificulta la sustitución de sus actividades y servicios por parte de otros proveedores, así como la implementación de medidas coordinadas en los diversos territorios en los que opera. En este sentido, la fusión de BBVA y Sabadell tendría un impacto significativo en el mercado europeo, colocando al nuevo grupo en la undécima posición en términos de activos totales, con más de un billón de euros, frente a las posiciones 18 y 38 que ocupan individualmente en la actualidad. Santander, actualmente la única entidad española considerada G-SIB, se encuentra en cuarto lugar en Europa, después de HSBC, BNP Paribas y Credit Agricole.
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Repercusiones en el sector financiero
La fusión de BBVA y Sabadell representaría un cambio significativo en el panorama bancario europeo, colocando al nuevo grupo en una posición de mayor relevancia y visibilidad a nivel mundial. La posible consideración como una entidad sistémica global tendría implicaciones importantes en términos de regulación y supervisión, que podrían impactar en la estabilidad y solidez del sistema financiero en su conjunto.