El Hospital de Torrejón de Ardoz informó a las autoridades sobre el cuerpo de una mujer que fue encontrado con una fractura craneal grave. Esto contradecía la versión del acusado, quien afirmaba que la víctima se había atragantado con una espina de pescado. Durante el juicio, el oficial encargado del informe policial testificó que había visto a la víctima en el hospital con graves deformaciones en la cabeza. El acusado, Paul N., está enfrentando una solicitud de pena de quince años de prisión por homicidio. Las partes acusadoras y la Comunidad de Madrid piden una condena de 25 años por asesinato.
La víctima fue desconectada 48 horas después del ataque y falleció debido a la fractura craneal grave. El acusado, de origen rumano, está acusado de golpearla hasta la muerte en la madrugada del 13 de julio de 2020 después de una discusión.
El médico del Summa que atendió a la víctima describió que acudieron a la escena tras recibir un aviso del número de emergencia 112 sobre un caso de atragantamiento. Sin embargo, al llegar encontraron a la mujer inconsciente, cubierta de sangre y sin responder. Los intentos de intubarla fueron frustrados por la presencia de un trozo de alambre en su garganta, lo cual era información desconocida hasta ahora. El oficial encargado del caso explicó que durante las primeras investigaciones se encontraron contradicciones y versiones sin sentido por parte del acusado, lo cual llevó a su detención.
Es destacable que el acusado no llevara inmediatamente a su pareja al hospital al encontrarla supuestamente tirada en el suelo debido a la gravedad de sus lesiones. Los médicos alertaron a la policía sobre la severa fractura que presentaba la víctima. Además, los paramédicos de la UVI móvil informaron que el acusado tenía lesiones en los brazos y las manos que eran compatibles con una agresión. Los médicos del Hospital de Torrejón confirmaron que la mujer estaba prácticamente muerta y presentaba hundimiento craneal, lesiones y hematomas en el rostro.
Durante su declaración, el acusado afirmó que había estado en una barbacoa con amigos el día de los hechos y que la víctima decidió regresar sola al coche mientras él estaba en el bar. Diez minutos después, al regresar al vehículo, la encontró callada en su asiento. El acusado aseguró que ella estaba inconsciente debido a un supuesto robo, pero luego aclaró que solo pensó que había sido víctima de un asalto violento. Después de una discusión, la mujer salió del coche en movimiento y el acusado la encontró inconsciente y ensangrentada cuando la buscó en el polígono. La llevó en furgoneta y llamó a los servicios de emergencia al ver que ella sangraba por la boca y los oídos.
En relación a los hechos juzgados, la Fiscalía informó que el acusado y la víctima abandonaron una nave y se dirigieron al centro de la ciudad, pero después de una intensa discusión, la mujer decidió regresar sola a la nave y el acusado la siguió. Entre las 00:45 y las 01:36 horas, el acusado realizó varias llamadas al teléfono de la víctima sin obtener respuesta y le envió un mensaje que podría interpretarse como una amenaza. A las 01:36, el acusado se encontró con su pareja y se produjo una discusión en la que le propinó un fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente. Luego, la llevó de regreso a la nave donde vivían y llamaron a los servicios de emergencia. Los médicos de urgencias constataron que la víctima presentaba una fractura craneal incompatible con la vida.
Desde julio de 2020, el acusado se encuentra en prisión provisional y su situación ha sido extendida hasta julio de 2022.