Cuatro consejos de administración que desoyen parcialmente las recomendaciones del Código de Buen Gobierno
Cuatro consejos de administración en los que participa la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) desatienden parcialmente las recomendaciones del Código de Buen Gobierno de las sociedades cotizadas. Esta situación se ha evidenciado en empresas como Indra, Telefónica, Redeia y Enagás. A pesar de que estas recomendaciones son voluntarias, velan por el correcto funcionamiento de las empresas y la protección de los intereses de los accionistas.
Desigual representación en los consejos
La principal fricción se encuentra en el desigual porcentaje de representación de los consejeros dominicales en comparación con el capital que estas empresas ostentan en cada sociedad. Esto va en contra de la recomendación número 16 del Código de Buen Gobierno, que establece ciertas proporciones que deben cumplirse en los consejos de administración.
Indra: Movimientos en el consejo
En Indra, la junta de accionistas formalizará un cambio en el consejo al incorporar a un dominical en detrimento de un independiente. Esto ha generado cierta controversia en torno a las prácticas de buen gobierno de la empresa. A pesar de las recomendaciones del Código de Buen Gobierno, Indra mantiene una proporción desequilibrada en su consejo.
Telefónica: Incumplimiento de recomendaciones
Telefónica también descuida las recomendaciones de buen gobierno en cuanto a la representación de los dominicales en el consejo. A pesar de las participaciones de accionistas relevantes, la proporción de dominicales supera a la cuota de no ejecutivos en el consejo, lo que va en contra de las recomendaciones establecidas.
Redeia: Equilibrio en diversidad
En Redeia, se ha alcanzado un equilibrio en cuanto a diversidad de género y representación de independientes en el consejo. Sin embargo, la proporción de dominicales en el consejo supera a la cuota de los inversores de referencia en el total del accionariado, lo que va en contra de las prácticas recomendadas de buen gobierno.
Enagás: Composición del consejo
En Enagás, el consejo está formado por un número significativo de miembros, pero la proporción de dominicales en comparación con los no ejecutivos es mayor de lo recomendado. A pesar de la diversidad en el consejo, la empresa debería considerar ajustar la representación de los dominicales según las recomendaciones de buen gobierno.Nuevo consejo de administración de Enagás: cambios y representatividad.
Sobre Enagás
Trece miembros conforman el consejo de administración de Enagás, destacando la presencia de dos representantes de la Sepi y once independientes. Entre estos últimos se encuentran exministros como José Montilla y Ana Palacio, así como otros profesionales destacados en diferentes áreas.
Representación femenina
Enagás destaca por cumplir con una representación femenina del 40% en su consejo de administración, superando la media de otras empresas cotizadas. A pesar de la influencia de la Sepi en la compañía, la presencia femenina se mantiene significativa.
Análisis de Ebro Foods
El consejo de Ebro Foods cumple con las normas de gobernanza, aunque cuenta con solo cuatro independientes de un total de catorce asientos. Destacan nombres como Belén Barreiro, Mercedes Costa, Marc Murtra y Elena Segura en esta estructura de gobierno empresarial.
En resumen, tanto Enagás como Ebro Foods cumplen con las normativas de representatividad y gobernanza en sus respectivos consejos de administración, mostrando un equilibrio entre independientes y miembros ligados a la empresa.El organismo estatal SEPI no sigue las pautas de ‘Buen Gobierno’ en las empresas Indra, Telefónica, Redeia y Enagás
El sector público comete desviaciones en las recomendaciones de buen gobierno corporativo en algunas compañías líderes del mercado.
La SEPI y las empresas privadas
La SEPI, como entidad gubernamental, debería ser un ejemplo a seguir en materia de cumplimiento de normas de gobierno corporativo en las empresas en las que participa.
Impacto en el mercado
Estas desviaciones pueden tener un impacto significativo en la percepción del mercado sobre la transparencia y la gestión ética en las empresas privadas.
Repercusiones económicas
Además, estas acciones podrían tener repercusiones económicas negativas para las empresas involucradas, afectando su reputación y su relación con los inversores.