La problemática de la temporalidad laboral en España
En los últimos dos años, muchos trabajadores temporales se han visto afectados por la no renovación de sus contratos, con el objetivo de evitar la conversión en empleados fijos y el consecuente límite de encadenamiento de contratos. Esta práctica legal revela una de las debilidades de la reforma laboral, impidiendo que la tasa de temporalidad sea tan baja como pretendía el Gobierno.
Las empresas recurren a dejar finalizar los contratos temporales para evitar la conversión en empleados fijos, intercalando períodos de pausa antes de volver a llamarlos, manteniendo así el umbral permitido para este tipo de contrataciones.
Retos a un mes del plazo límite
El próximo 30 de marzo marca el segundo aniversario desde el fin de la ‘vacatio legis’ para que las empresas se adapten a las nuevas regulaciones laborales. El tiempo de encadenamiento de empleos temporales se redujo de 24 a 18 meses en un período de 24 meses, lo que implica la conversión automática a fijo para aquellos temporales con un año y medio de antigüedad.
Una vez ocupado un puesto por más de 18 meses en un periodo de 24 con contratos eventuales, la empresa debe convertir en fijo al trabajador, estableciendo una protección tanto para el empleado como para el puesto en sí.
Impacto de la reforma laboral
La reforma laboral ha buscado reducir la temporalidad laboral en España y fomentar los contratos fijos discontinuos. Sin embargo, los datos muestran un descenso inicial en la proporción de afiliados al Régimen General de la Seguridad Social con contrato temporal, que se ha mantenido casi constante en el último año.
El Ministerio de Trabajo atribuye esta resistencia a la alta necesidad de empleos temporales en el modelo productivo español, aunque se ha observado una caída significativa en las conversiones de contratos temporales a indefinidos en el último año.
En el año 2023 se llevaron a cabo un total de 490,794 conversiones, lo que representa una disminución del 63% desde el récord de 1,133,914 registradas en 2022. Sin embargo, para el 2024 parece que esta tendencia está empezando a revertirse. En enero, se firmaron 43,362 conversiones a contratos indefinidos, lo que representa una caída del 11.5% en comparación con el mismo mes del año anterior, indicando que el ritmo de conversiones ha tocado fondo.
## Perspectiva temporal de las conversiones
Es importante destacar la disminución del peso de las conversiones sobre los contratos. Antes de la reforma laboral, representaban el 43% de los contratos indefinidos, mientras que en enero de este año se redujeron al 8.5%. A pesar de que existe una mayor cantidad de contratos indefinidos y menos temporales debido a la reforma, la tasa de conversión de temporales a indefinidos ha aumentado ligeramente, pasando del 5.31% en diciembre de 2021 al 6.39% en enero. Sin embargo, en ambos casos estos porcentajes son inferiores a los alcanzados en el primer año de vigencia de la norma.
## Reto de las empresas
La tendencia a reducir el peso de las conversiones de temporales a indefinidos sobre el empleo cuando se cumplan dos años después de la reforma laboral sugiere que las empresas no tienen la intención de convertir a indefinidos a los temporales contratados. A pesar de la disminución de la contratación temporal, las prórrogas siguen siendo la opción más común y superan en número a las conversiones. En sectores con picos de actividad como el turismo, la logística o la construcción, es habitual que los empleados temporales sean recontratados, formando parte de las denominadas ‘bolsas de trabajo’.
Es relevante mencionar que aunque el número de empleados afectados por la ‘vacatio legis’ ha disminuido con respecto a los 344,000 registrados antes de la reforma laboral, triplica al de los empleados fijos discontinuos que llevan la misma cantidad de tiempo trabajando, llegando apenas a 91,700. Esto señala que las empresas están adaptando su rotación laboral a los nuevos plazos y condiciones establecidos por la reforma laboral, aún sin considerar la modalidad ‘híbrida’ impulsada por el Gobierno. No obstante, esta estrategia puede ser riesgosa para las compañías, ya que si el SEPE o la Inspección de Trabajo detectan un encadenamiento que supere los límites legales, pueden tomar medidas.**Cómo las empresas sortean la reforma laboral para no convertir a sus temporales en fijos**
Las empresas buscan maneras de no contratar empleados temporales de forma permanente, evitando así los costos adicionales asociados con la conversión en empleados fijos. Este fenómeno se ha vuelto común en diversos sectores, lo que plantea interrogantes sobre la precariedad laboral y la protección de los derechos de los trabajadores.
**El uso estratégico de la temporalidad laboral**
Las empresas recurren a estrategias legales para mantener a los trabajadores en una situación temporal, aprovechando vacíos legales y resquicios en la normativa laboral. De esta manera, evitan comprometerse con la estabilidad laboral de sus empleados, manteniendo cierta flexibilidad en sus plantillas.
**Impacto en la calidad del empleo y la seguridad laboral**
La práctica de evitar la conversión de temporales en fijos tiene un impacto significativo en la calidad del empleo y la seguridad laboral. Los trabajadores temporales se ven expuestos a una mayor inestabilidad y precariedad, con condiciones laborales menos favorables en comparación con los empleados fijos.
**Reflexiones sobre la reforma laboral y la protección de los trabajadores**
Es fundamental reflexionar sobre la necesidad de establecer mecanismos que protejan los derechos de los trabajadores y garanticen la estabilidad laboral. La reforma laboral debe abordar estas prácticas que vulneran los derechos laborales, promoviendo un entorno laboral más justo y equitativo para todos los trabajadores.