Beneficios y consejos para disfrutar la chirimoya fresca
Historia y cultivo de la chirimoya
La chirimoya es una fruta exótica llena de nutrientes, con sus orígenes en las altas montañas de los Andes en Perú y Ecuador, siendo introducida en Europa por los españoles después del descubrimiento de América. En España, Andalucía es conocida como la principal región productora de chirimoyas.
Temporada y métodos de recolección
Los expertos en nutrición señalan que la chirimoya es típica de la temporada de invierno, siendo ideal para disfrutar su delicioso sabor y beneficios para la salud. Gracias a las mejoras en las técnicas de cultivo, es posible encontrar chirimoyas en el mercado durante más tiempo, comenzando su temporada en octubre.
Ventajas para la salud de la chirimoya
La chirimoya es una excelente fuente de potasio, vitamina C y carbohidratos, lo que la convierte en una opción nutricional ideal para incluir en la dieta. A pesar de tener un mayor contenido calórico debido a sus azúcares simples, sigue siendo una fruta baja en calorías, con solo 90 kilocalorías por cada 100 gramos. Además, su alto contenido de fibra es beneficioso para el sistema digestivo.
Propiedades y consejos de almacenamiento
La chirimoya se caracteriza por sus propiedades que favorecen la función muscular adecuada, estimulan el sistema nervioso, favorecen la eliminación de líquidos y actúan como antioxidantes gracias a su contenido de vitamina C. Para conservarla correctamente, es esencial mantenerla en un lugar fresco y seco, alejada de otras frutas que puedan acelerar su maduración.
Selección y formas de consumo
Al elegir una chirimoya, es crucial asegurarse de que la piel esté suave y tenga un color verde claro y uniforme. Aunque pueda tener algunas manchas, estas no afectan su calidad. Su delicioso sabor y bajo contenido calórico la convierten en una elección saludable para satisfacer los antojos de postres.